jueves, agosto 21, 2014

Negocio de Chocolates de Grupo Nutresa obtiene certificaciones

Juan Fernando Valenzuela, director del área de Compras y Fomento Agrícola de Compañía Nacional de Chocolates, recibió las certificaciones en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y del Programa de Compensación Forestal, por parte de Adriana María Alonso, directora regional de ICONTEC para Antioquia, Chocó y Eje Cafetero.
Los reconocimientos son el resultado de las iniciativas implementadas por la Granja Yariguíes, en el municipio de Barrancabermeja (Santander), las cuales buscan optimizar los métodos de producción, incrementar la productividad, reducir los impactos en el medioambiente y la salud humana, y garantizar la seguridad y bienestar de sus trabajadores.
La Granja Yariguíes, con una extensión de 263 hectáreas, inició operaciones en 2009. Sus objetivos fundamentales se centran en el fomento al cultivo del cacao, el apoyo a la investigación y a la capacitación del recurso humano en beneficio del sector cacaotero, la producción de material vegetal y el desarrollo de un sistema productivo sostenible para el agricultor colombiano.
Del mismo modo, su Programa de Compensación Forestal, orientado a la implementación de programas de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante la ejecución de actividades en el sector forestal, fueron esenciales para obtener dicho reconocimiento.
A través de este programa, la Granja Yariguíes logra cuantificar las fijaciones de carbono del cultivo de cacao bajo un sistema agroforestal que combina la planta de cacao con especies forestales tales como el abarco, el nogal, el cedro y la melina. Como resultado de una investigación realizada en la granja, logró determinarse que, a diciembre de 2013, el contenido de dióxido de carbono equivalente certificable era de 2,232 toneladas, cifra que traduce la masa total de gases de efecto invernadero removidos de la atmósfera en el periodo correspondiente.
De esta manera, el Grupo Nutresa cuenta con el primer cultivo de cacao en Colombia que cuenta con un programa certificado de Buenas Prácticas Agrícolas y que logra certificar sus fijaciones de carbono. Estas certificaciones no hacen otra cosa que ratificar la filosofía de desarrollo sostenible del grupo, su compromiso con el medioambiente, sus colaboradores, sus consumidores y su cadena de valor.
“Este reconocimiento nos motiva aún más a continuar trabajando en la implementación de este tipo de prácticas, así como en generar incentivos que permitan ejecutar iniciativas similares que se caractericen por ser innovadoras, amigables con el medioambiente y que aporten al desarrollo sostenible”, afirmó Valenzuela.