viernes, febrero 04, 2011

“EL PICO Y PLACA A LAS PICK UP ES UNA MEDIDA CONTRA LA COMPETITIVIDAD DE BOGOTÁ”, AFIRMA PRESIDENTE DE CCA - MAZDA

El presidente de la Compañía Colombiana Automotriz-Mazda, Fabio Sánchez Forero, se pronunció sobre la medida de pico y placa para las Pick Ups en Bogotá argumentando que la disposición “no se puede tomar basada en la excepción al considerar que todas las camionetas vendidas son utilizadas para no tener pico y placa; también aseguró Sánchez Forero que la decisión afecta de manera importante la competitividad de la ciudad.
“Aunque aún se desconoce el decreto, la medida tiene una cobertura que hace de Bogotá una ciudad menos competitiva. Desde hace un tiempo el gobierno reglamentó el transporte de carga dentro de la ciudad, restringiendo el transito de camiones, tractomulas, etc., situación que encontró solución en las Pick Ups por su versatilidad, ahorro de combustible y características de movilidad. Ahora con restricción, el tema no es de numero de unidades vendidas, es de qué tan competitiva es una ciudad en donde las limitaciones ignoran las necesidades de un gran sector de la población que tiene derecho al trabajo, que dinamiza la economía y agiliza el comercio”.
Sobre el argumento del aumento significativo de unidades de Pick Ups vendidas el último año, el directivo de Mazda aseguró que “ese es una hecho cierto, pero no se le puede atribuir todo el crecimiento a las unidades compradas con el fin de no tener pico y placa. La venta de pick Ups creció, cierto, pero la proporción de sus ventas se mantiene en el mercado y hay muchas razones que influyeron como el crecimiento del sector minero, petróleo, de la economía en general. Con ello queremos significar que si bien el número de camionetas colocadas creció, su destino final no ha sido necesariamente la ciudad, sino los grandes campos mineros y petroleros, muy lejanos a Bogotá, que requieren de este tipo de vehículos para poder mantener la dinámica de su operación, con el fuerte crecimiento en exploración y explotación de los últimos dos años. Es claro entonces, que se está sobredimensionando el efecto que este tipo de vehículos tiene, sobre los problemas de movilidad y no se está considerando el inmenso costo que en competitividad está pagando la ciudad con medidas como esta y frente a los enormes problemas en el manejo de los grandes proyectos de infraestructura que requiere Bogotá”.